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Marrakech: la ciudad por excelencia

Marrakech – Marruecos

Llegamos a Marrakech ya anocheciendo, tras haber pasado todo el día en Ouzoud. La verdad que íbamos con miedo por todo lo que habíamos leído sobre la ciudad más turística de Marruecos. Y nada más lejos de la realidad.

Aparcamos a la primera sin tener que pagar a ningún “gorrilla” de turno (increíble pero cierto) y callejeamos unos metros por la medina hasta llegar a nuestro alojamiento: Dar Barbi Maison D’hôte.

Era una casa regentada por una señora francesa muy amable, Bárbara (Barbi para los amigos). La ubicación era perfecta: dentro de la medina de manera que podías ir andando a todas partes, pero lo suficientemente alejada del bullicio del centro para poder descansar. Eso sí, es inevitable escuchar la llamada al rezo cada día, ya que está situada muy cerca de una de las tantas mezquitas que hay en Marrakech.

Esa noche estábamos ya muy cansados y nos adentramos en el primer restaurante internacional que nos encontramos, un italiano de “lujo” llamado “Limoni”. Fue bastante reconfortante encontrarnos con turistas después de tantos días de viaje. El patio principal donde está el restaurante es muy acogedor y el servicio muy agradable (tienen hamburguesa de camello, aunque no se parecía mucho a la de Fez). Eso sí, la relación calidad-precio nos pareció algo elevada, pero porque estábamos ya acostumbrados a los precios marroquíes.

Después de cenar nos fuimos directamente a dormir. Había que aprovechar a tope el día siguiente en la gran ciudad.

Qué ver en Marrakech en 1 día

Después de desayunar empezamos a caminar por la medina dirección Plaza Jemaa El Fna. Pasamos por unos cuantos zocos, pero como nos pilló otro día festivo consecutivo, resultó extraño ver muchas de las tiendas cerradas y poco ajetreo para tratarse de los zocos de Marrakech.

Plaza en la medina de Marrakech
Plaza en la medina de Marrakech
Puesto de especias en un zoco en Marrakech
Puesto de especias en un zoco en Marrakech

Qué hacer en marrakech

Plaza Jemaa El Fna

La Plaza Jemaa El Fna tiene una cara diurna y otra nocturna. Por el día está llena de puestecitos de zumos de naranja y vendedores deambulantes de cerámica, incluso encantadores de serpientes y monos, todo ello muy orientado al turismo.

Por la noche se transforma y se convierte en un bar gigante lleno de puestos de comida (sobre todo pescado) que fríen en el momento a unos precios muy asequibles. El ambiente es muy agradable, aunque sales oliendo bastante a “cocina”.

Rodeando la plaza hay un sinfín de terrazas y miradores con unas vistas panorámicas muy buenas. Nosotros subimos a comer a la terraza Le Grand Balcon Cafe Glacier. Muy cerca de la plaza está el edificio más alto de Marrakech gracias a la torre minarete de la Koutoubia (69 m), la gran mezquita de la ciudad.

A modo informativo, destacar el Grand Hotel Tazi como punto de referencia en los alrededores de la plaza para beber una cerveza.

Plaza Jemaa el Fna terraza Le Grand Balcon Cafe Glacier
Plaza Jemaa el Fna
Puestos de pescado nocturno en Jemaa El Fna
Puestos de pescado nocturno en Jemaa El Fna

Tumbas Saadíes

Una de las visitas que más nos gustó fue la de las Tumbas Saadíes. Nosotros tuvimos que elegir por falta de tiempo entre éstas y el Palacio de Bahia.

Como ya habíamos visto otras obras arquitectónicas con decoración árabe, decidimos visitar las tumbas, que era algo nuevo para nosotros en este viaje. Se trata de unas tumbas que datan del siglo XVI y a las que se accede a través de un pasillo muy estrecho. Una vez dentro, encontrarás un jardín con 100 tumbas decoradas con mosaicos donde están enterrados los guerreros y sirvientes de la dinastía saadí.

La parte más impresionante e importante de la visita es el mausoleo principal, donde está enterrado el sultán Ahmad Al-Mansur con su familia, y donde destaca la habitación de las 12 columnas.

Habitación de las 12 columnas en las tumbas saadíes
Habitación de las 12 columnas en las tumbas saadíes

Puerta Bab Agnaou

De camino a las tumbas, pasamos por una de las puertas más importantes de Marrakech, Bab Agnaou. De sus 19 puertas, se trata de una de las bonitas y mejor conservadas. Data del siglo XII y fue la entrada principal a la ciudad en la época del imperio almohade.

Puerta Bab Agnaou en Marrakech
Puerta Bab Agnaou en Marrakech

Jardín Majorelle

Los jardines Majorelle es otra de las visitas obligadas para ver Marrakech en un día. Si bien es cierto que están a desmano de la medina, merece la pena acercarse para disfrutar del pequeño oasis de inspiración que creó el pintor francés Jacques Majorelle durante el periodo colonial, y que es propiedad de Yves Saint Laurent desde 1980. Aparte de los jardines, también se puede visitar un pequeño museo de arte islámico.

Se recomienda ir pronto por las colas que se forman en las taquillas. Durante el recorrido encontrarás multitud de plantas: cactus, palmeras, bambú, nenúfares, etc.

Fuente central del Jardin Majorelle
Fuente central del Jardin Majorelle
Jardín Majorelle
Jardín Majorelle

Riad en Marrakech

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Presupuesto Marrakech 1 día

Alojamiento Dar Barbi Maison D’hôte (2 noches, 2 personas con desayuno): 63€

Cena Limoni: 205 Dhrs

Comida Café Glacier: 220 Dhrs

2 entradas Tumbas Saadíes: 140 Dhrs

Cena callejera en Plaza Jemaa El Fna: 85 Dhrs

Entradas Jardin Majorelle: 14€